RSS

Amigos de infancia

domingo, 30 de diciembre de 2007

Recuerdos de cuando éramos unos niños tranquilos y sin preocupaciones más que jugar al pillarse y la escondida.
Por entonces tendríamos unos siete años, si es que no es más, pero la verdad es que ha pasado tanto tiempo que ya ni lo recuerdo. Éramos los mejores amigos.
Por las tardes, cuando ya no estaba ese sol radiante y calorífico salíamos al famoso pasaje y jugábamos alguna tontería; algún juego clásico de la época: el tombo, el luche, el pillarse... Cosas que ya no se juegan hoy en día, era una magia que se ha perdido con el tiempo.
Cuando miraba a los niños me acordaba que eso no era así en mis tiempos. Y suena bastante raro proviniendo de mí.
Me acuerdo de demasiadas cosas, que valen la pena contar, pero entre nosotros y mantenerlo en secreto. El primer beso, mi primera comunión, un cumpleaños de la Tamy, los permisos limitados del Cri, los vecinos locos, el Scamp pelota, los juegos a las barbies, al restaurante y muchas cosas más compartidas.
Toda nuestra infancia vivida en plenitud; hasta que llegó el día que me cambié de casa.
Ahí se empezó a limitar el contacto y ya no era como antes, pero recuerdo haber ido un par de veces y pasé por sus casas. Cuando supuestamente fui a visitar a mi abuelita que vivía (y sigue viviendo) en la casa que era la mía.
La última vez que estuvimos juntos fue para mi primer cumpleaños acá (el número 11), donde vivo actualmente, recuerdo que me sentí feliz de verlos.
Después me enteré que la Tamy se había cambiado y como iba poco, con el tiempo perdí todo el contacto. Y finalmente, se fue el Cri.

Y así, pasaron los años...

Y aún los recuerdo.

Y esa llamada que tuve esta mañana:

-¿Aló? -la voz de un chico me respondió:
-¿Aló, Cony?
-¿Sí...? -¿lo conocía?
-¿No te acuerdas de mí, cierto? -No, claro que no. No reconocía esa voz.
-No...

-Soy el Cristopher...

Necesitamos

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Necesitamos un mundo nuevo.
Un mundo que nos reciba con los brazos abiertos.
Un mundo que no nos rechace por lo que somos y hacemos.
Necesitamos de alguien que nos sepa apreciar.
Habitamos un mundo donde la gente es clasista,
habitamos en un sitio tan lejano de nuestros corazones...
y nos dejamos llevar, las influencias pueden más con nuestras almas
y estamos tan cansados de todo esto.

Necesitamos un poco de cariño,
necesitamos más de esa dulce canción.
Necesitamos no creer en lo duro de sus palabras.
Necesitamos esperanza, un poco de esto y de fe.
Necesitamos tiempo para los dos.

Ambos creemos en el amor, pero no estamos dispuestos a sufrir.
Pareciera que este mundo no nos quiere comprender.
Nuestros padres y familias no lo quieren aceptar.
Y yo no quiero seguir escuchando sus absurdas ideas sobre el amor.
Porque lo que más importa no es el orgullo ni el dinero ni la clase social.
Necesito que creas en mi, y quieras conmigo caminar...
porque escuché una vez... no existen amores imposibles, sólo amantes cobardes.

Necesitamos un poco de cariño,
necesitamos más de esa dulce canción.
Necesitamos no creer en lo duro de sus palabras.
Necesitamos esperanza, un poco de esto y de fe.
Necesitamos tiempo para los dos.

Y hoy es tiempo de ser felices,
no importa la gente, la fecha o el lugar.
Importa que en nuestro pequeño mundo exista la felicidad.

Reflejo

sábado, 22 de diciembre de 2007

(imagen de Brasil 2007, Gira Coro)
Me paré frente al espejo con esa sonrisa que tanto te gustaba cuando éramos pequeños
y aún las cosas eran comunes y corrientes entre nosotros.
Reflejé la imagen de una niña pura e inocente
y te veía a mi lado sonriendo, como siempre,
solo que ahora vestías de blanco.
Recuerdo esos tiempos en que te hiciste mayor y yo también,
que ya no pensábamos en los juguetes.
Tú eras un hombre; yo, una mujer.
Nos reecontramos con unos sentimientos tan lindos y difíciles a la vez.
El amor es tan complicado.
Quise que tú vieras los recuerdos también al ver tu reflejo,
pero te negaste y ni siquiera me hablaste.
Parecías mudo.
Me senté días y días frente al espejo.
Esperando con ansias el día que quisieras mirar junto a mí nuestros recuerdos.
Y siempre llegabas a mi lado.
No recuerdo muy bien por qué lloraba siempre, después de ese primer día.
Lloré y lloré.
Tú vestías de blanco y yo de negro.
Un día mi llanto te obligó a ponerte al frente...
y no te veías...
No te veías.
Y entonces lo supe:
No volverías a mi lado nunca más.
Me estabas esperando.
Ahora vemos nuestros reflejos juntos.

...Ambos vestidos de blanco.

...nacen nuevas esperanzas.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Después de un día de lo más extraño, llegué a la conclusión de que hay ciertas cosas (o personas) que es mejor olvidar. Y se preguntarán ¿qué es lo que tiene que ver mi día con eso?, porque no lo necesito saber solo por el día que tuve, sino más bien por mis propios pensamientos y prejuicios. Pero ese día que no tiene ni fecha ni nombre, me sirvió bastante: como para darme cuenta de que si mi corazón está aplastado y magullado en el piso, alguien puede venir -y perfectamente- recogerlo y devolvérmelo, ¡porque no se lo queda, no, señor!.

La amabilidad de este personaje llegó a calar en mí a tal punto que me dije: "Puedes volver a intentarlo".

Porque es cierto; puedo y quiero hacerlo.

Y ahora estoy en un proceso que llamaré -a falta de un mejor nombre- "nuevas esperanzas". Si ahora que lo pienso, soy una chica de lo más simpática -cuando quiero- y bonita -si peco de vanidosa-, ¿porqué no buscarme una oportunidad, por último, para conocer nuevos amigos?

Mis antiguos sufrimientos carecían de sentido -o quizá no tanto, pero quiero creer que sí-. Ahora hay una nueva yo y quiero disfrutarla al máximo.

De corazones heridos...

martes, 4 de diciembre de 2007


Quiero ser el único habitante
en tu corazón; de cada parte.
Quiero que me cures las heridas
y que todo sea como antes.

Ya, lo siento es que aunque lo entienda
no puedo creer que te me escapes.
Llevo la melancolía a cuestas
y en cada ciudad salgo a buscarte,

Pero no te encuentro nunca
ni en los bares ni en el puerto;
dicen que es mejor no mirar atrás,
pero a veces es difícil olvidar

Quiero ser el único habitante
En tu corazón; de cada parte.
Quiero ser la salsa de tu vida
y la mía quiero regalarte.

Porque si no estás ya no amanece,
porque eres algo tan importante
y porque por mucho que me esfuerce
no voy a cansarme de mirarte

Pero no te encuentro nunca
ni en los bares ni en el puerto;
dicen que es mejor no mirar atrás,
pero a veces es difícil olvidar

y aunque no te encuentro nunca
ni en los bares ni en el puerto
y aunque dicen que es mejor evitar mirar atrás
me resulta tan difícil olvidar

(Alex Ubago - El único habitante)

ººººººººº


¿Qué se le puede decir a un corazón herido?

¿Cómo sanar sus heridas?

¿Por qué?

¡¿Por qué?!


Entonces lo mejor que nos queda es olvidar, aunque sea tan difícil, aunque a veces quiera huir, aunque te vea ahí todo los días; tan cerca y tan lejos, es una decisión: Te voy a olvidar.