Hoy, leyendo un poema, aprendí que las cosas pequeñas son las que más valen la pena.
Que más vale tener una sonrisa en el rostro por las cosas mínimas que llorar por no tener lo máximo.
Que si te has sentido mal, más te vale sentirte bien.. porque algo puedes hacer todavía.
Nunca es demasiado tarde para darse un segundo para respirar ni para tratar de hacer las cosas bien, aunque lo hayas intentado mil veces, puedes hacerlo una vez más.
Es hora de mirarte en el espejo y decir: 'Qué linda me veo hoy'. Y también hacerlo mañana, y pasado mañana, y pasado, y pasado... y todos los días que le sigan.
Que basta de andar sufriendo por cosas que no tienen sentido. Hay miles de cosas que están muy cerca de ti y que no te has puesto a disfrutar.
Tienes a tu familia. Tienes amigos. Tienes... ¡hasta mascotas!.
¡Ey, muchas cosas valen la pena!
Así que seca esas lágrimas.
Pega un fuerte grito; desahógate.
Sal con tus amigos; disfruta.
Ríete a carcajadas; goza.
Levántate; vive.
Hoy, por hoy
jueves, 8 de enero de 2009
Publicado por Diana Prenze en 14:11
Etiquetas: sentimientos, vivir
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