RSS

Sombras

domingo, 19 de agosto de 2007


Caminaba por la calle, en un lugar tenuemente alumbrado. Allí vi tantas cosas, tantas… que solo recuerdo una de ellas.

Me senté a su lado. Se veía tan solitaria mirando a la nada.

-Buenas tardes –saludé.

-Buenas tardes sean las tuyas –respondió sin apartar la mirada de donde sea que la tenía.

-¿Qué haces tan sola aquí? –le pregunté más por curiosidad que otra cosa.

-La soledad es parte de la vida.

-Es que pareces tan triste…

-La tristeza también es parte de la vida –dijo, sin dejarme terminar la frase–. Mi vida gira en torno a los sentimientos de las personas que caminan con o sin rumbo. Predomina la tristeza sobre todos.

-Yo soy feliz –comenté, segura de lo que decía.

-Sombras –dijo, esta vez levantó la mirada y la clavó en lo más profundo de mi ser. Yo… no entendí nada entonces.

-¿Perdón?

-Todos están rodeados por sombras, no existen excepciones, ni tú que dices ser feliz. Puedo ver una que te cubre y que no te deja ver ciertas realidades que hay a tu alrededor, después esa sombra te va carcomiendo y terminas peor que aquellos que las aceptan. Por lo menos, tú sabes que existimos.

-¿Cómo lo sabes? –pregunté exaltada.

-¿Yo?... –suspiró mirando al cielo –He visto, desde mi lugar, los sufrimientos de muchas personas, cada dolor vivido por ellos, también los viví yo; cada depresión, cada angustia. He pasado por tanto. Yo vivo de eso, mi vida es eso.

-No puedes estar segura de eso, también puedes vivir de cosas bonitas…

-¿Una sombra? –me preguntó y no supe que responder –Las sombras, somos precisamente eso, sombras. Estamos a ras de todo lo que le pasa a alguien. No somos esas que están a los pies, delineando en algún lugar la figura de un ser humano. Nosotras… somos lo que daña, lo que sufre. Somos lo negativo. Por eso estamos ocultas. Por eso… somos y estamos en las sombras.

3 comentarios:

Ray Kawabata dijo...

Que bueno que hayas vuelto a escribir, aunque llegué un poco tarde, ando extraviado.
Me gustó tu relato, creo que tiene ese ambiente que a mi también me gusta, eso que pareciera hacer daño pero sin embargo es necesario.
Bueno, como sea, muchos saludos.

Anónimo dijo...

precioso, me recuerda a una persona que conozco, que ve rapidamente lo k les pasa a los demas y siempre está ahi para lo malo, pero para lo bueno no kiere saber mucho, ella dice que lo unico que desea es poder ayudar a los demas:)

Diana Prenze dijo...

Ray: me alegra que te haya gustado mi relato. Ciertamente, quería probar algo nuevo y eso nació de lo más profundo de mi alma. Era como algo que necesitaba escribir. Un cambio. En fin, saludos para ti.

Anónimo: que alegría saber que a alguien le gusta lo que escribo. Aún sin saber quién eres, me gustaría que si puedes te pasaras más por aquí. Saludos.